miércoles, 17 de julio de 2013

COQUELICOT

Tu varita mágica nos ha enseñado cosas nuevas, nos ha dado alegrías, nos ha quitado muchas horas de sueño; pero sobre todo nos ha dado la oportunidad de conocer a gente positiva, ingeniosa, con ganas de trabajar y dispuesta a ayudar y colaborar en cualquier momento. Unas de esas personas son Enrique y Josefina, los creadores de COQUELICOT.



Coquelicot no es la típica tienda de flores, es algo más que se siente en cuanto se entra por la puerta. Sus dueños definen Coquelicot como un punto de encuentro con otros gremios que tengan relación con la cultura y el arte: moda, pintura, fotografía, literatura... Quieren acercar el mundo de las flores a otros mundos en pequeños proyectos como en el caso de la fotografía. En sus paredes, y hasta finales de agosto, se puede ver una exposición de fotografía arquitectónica de Víctor Ludeña. Y ya están estudiando la próxima exposición con la que seguro no dejan de sorprendernos.
Otra curiosidad de este espacio son un par de salas. Una está pensada  para los más pequeños, mientras sus padres visitan el espacio y eligen su compra  los niños pueden pasar un rato divertido. La otra es una sala de reuniones, charlas, visitas... También están (o estamos) estudiando otras posibilidades que tiene la sala y que muy pronto esperamos contároslas.



Otra de nuestras preguntas fue el por qué del nombre "coquelicot": "Porque queríamos romper con lo que veníamos haciendo hasta ahora en Calpe y al plantear un proyecto en Burgos nos apetecía algo que tuviera arraigo, que la gente pudiera identificar y a  la vez queríamos que no fuera convencional. Las primeras propuestas fueron incluso nombres sin sentido, buscando el juego fonético. De casualidad nos propusieron la palabra francesa "coquelicot" (amapola), que además de ser un juego fonético es una flor muy típica en los campos de Castilla. También nos cuadraba el color, pues habíamos decidido que fuera el rojo por ser un color que lo asociamos al vino, la pasión y la vida.



Trabajar con ellos da seguridad; si vas con un concepto claro saben llevarlo a cabo a la perfección y si por el contrario llegas sin algo claro ellos saben transformar en forma de ramo tu idea. Aquí os dejamos alguna de sus creaciones:






Enrique nos decía que a él le gusta pensar que reparte sonrisas, pues siempre le han aceptado sus flores con una de ellas. Recuerda una ocasión, llena de sonrisas y algo más, con especial cariño:  "Al poco de abrir la tienda un chico que se dedicaba a distribuir una marca de refrescos llegó a Calpe y en una de las cafeterías le atendió una chica que le dejó ensimismado. Buscó una floristería, que casualmente fue la nuestra, y nos pidió que enviáramos a la camarera una rosa roja. No sabía su nombre, simplemente nos dio una descripción física y el nombre de la cafetería. La llevamos y la chica no entendía nada, nos preguntó por el remitente pero no le pudimos dar esa información. A la semana siguiente el chico volvió y nos pidió que llevaramos dos rosas, tres en la tercera semana, cuatro, cinco, seis... A la cuadragésima sexta semana se casaron.

¿Podría tener un final mejor esta entrada?


Coquelicot
Avda. Reyes Católicos, 9
09005, Burgos
tel.: 947 065 070
Flores@coquelicotflores.com



4 comentarios:

  1. Que buena pinta tiene; y que historia tan bonita!!
    Un saludo, Merche

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  2. Desde luego una bonita y curiosa historia! Nos ha gustado mucho, sitio fichado :)

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    1. Gracias!Parece una de esas historias que solo pasan en la gran pantalla...

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